“¡Quieres intercambiar esta piedra por tu libertad, tú, manipuladora puta psicótica!”. Stefan está furioso con Katherine por haberle desvelado la cruda realidad a Elena. “¿Mi libertad?” pregunta Katherine sorprendida. “Ahí es donde te equivocas, Stefan. No quiero mi libertad, porque cuando Klaus se presente a matarnos a todos… y lo hará…, yo estaré en esta tumba, donde los vampiros no entrarán porque no podrán salir. ¡Seré la puta psicótica más a salvo de toda la ciudad!”.
Increiblemente brillante ha estado Katherine a lo largo del capítulo. Esta es su historia, y gracias a ella hemos podido conocer el porqué de su carácter egoísta, despiadado y manipulador. Lo más curioso es que ni siquiera los hermanos Salvatore han conseguido nunca arrancarle su verdad. Ha tenido que ser Elena la que, utilizando sus propias armas (dignas de una Petrova), ha logrado lo que nadie en este mundo había hecho hasta ahora: conmover a Katherine. ¿Queréis verlo?